El propietario de la Refinería di Korsou (RdK) demandó a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) por 51 millones de dólares en la corte de Nueva York, en Estados Unidos. La acusación está fechada el 26 de agosto de 2020, tras problemáticas entre ambas entidades
Las instalaciones, ubicadas en la isla caribeña de Curazao, tiene la capacidad de refinar un total de 335 mil barriles de petróleo por día. Pdvsa fue su operador hasta diciembre de 2019, por lo que sus propietarios están buscando un nuevo inquilino.
Según reseñó la agencia de noticias Reuters, Pdvsa no habría realizado los pagos mensuales a los propietarios de la refinería desde principios de 2018. Es decir, la petrolera venezolana, bajo el régimen de Nicolás Maduro, no canceló las deudas que tenían con RdK, por lo que sus propietarios emprendieron la demanda.
Por su parte, las refinerías de Pdvsa en Venezuela se encuentran en una grave situación, producto de la falta de mantenimiento e inversión. Igualmente, el régimen de Maduro ha responsabilizado por la situación, que ha generado una grave escasez de gasolina en el país, a las sanciones estadounidenses.
Pdvsa en medio de demandas
A principios de agosto trascendió que la compañía fabricante de vidrio O-I Glass Inc. (antigua Owens Illinois) busca apoderarse de un tanquero petrolero de Pdvsa. Esta acción sería para cobrar un laudo arbitral de 500 millones de dólares que ganó la empresa, tras la expropiación de dos plantas en Venezuela en 2010.
Por su parte, Reuters informó el pasado 11 de agosto que Pdvsa perdió tres tanqueros petroleros ante una empresa china. Así pues, PetroChina Co Ltd, una empresa propiedad de China National Petroleum Corporation, ahora posee tres buques de gran tamaño, el Junín, Boyacá y Carabobo.
Las sanciones estadounidenses dejaron sin seguro a los buques, los cuales estaban en Singapur, donde las leyes exigen que los navíos estén asegurados para zarpar. Después de no poder transportar crudo, Pdvsa y PetroChina declararon en quiebra a la empresa conjunta que manejaban, CV Shippinh Pte Ltd.
Mientras que la Administración de Donald Trump aumenta las sanciones, Pdvsa disminuye su capacidad operativa. Las refinerías venezolanas no tienen la capacidad para abastecer el mercado nacional, mientras que la dificultad de conseguir compradores generan que descienda la extracción de petróleo.